Me acuerdo, y se vé que tan hondo lo tengo, que siento el mismo olor cada una de las veces. Es el momento en que me vacío totalmente y voy justo a donde nunca quiero ir, la ausencia se hace casi tangible, prácticamente se materializa. Hace que me sienta totalmente desamparada, liviana. Es una necesidad de que venga una ola y me abraze. Se sufre constante, casi siempre en posición fetal.
Y no extraño nada que haya pasado, ni nada que haya tenido. Sino algo que no esta registrado en el cronos, ni en mi espacio.
Algo que nunca me dieron, o que no me deje dar.
Algo que va a venir.
Algo de vos.