A veces nos convencemos, nos confundimos, pensamos ilusoriamente, que sí, que poseemos total poder sobre nuestras decisiones. Se debe a que hay ciertas oportunidades de elección que son peligrosamente similares a la sensación de libertad. Pero no dejemos de tener en cuenta que la libertad total verdadera, el libre albedrío, no existe, querramos creerlo o no, es así.
Una demostración, un porqué, son todas las prohibicones morales; ( magestuosa y ancestralmente poderosísimas ) ellas nos limitan, y seguirán limitándonos siempre. Dichas prohibiciones lamentablemente abarcan varios campos; El Amor por ejemplo, es regido por la ingeniosa prohibición del incesto que hace que yo nunca considere la posibilidad de amar ( entendamos, pasionalmente ) a ninguno de mis progenitores.
Una vez mas la cultura ( la aceptada como racional, correcta y lógica ) acotando mis potencialidades.
Casi inevitablemente me sumerjo en la idea de que si se puede prohibir a alguien sentir amor en este caso, se podría inversamente "proponer","sugerir" ( nunca nos echan , nos invitan a retirarnos ) alguien a quien se debe amar en particular.
¿Qué tan genuino sería un sentimiento impuesto? ¿ Quién puede entonces sentir libremente ?
En base a lo anterior, la persona que ame fuera de estas " barreras " debe ser un ser acultural, fuera del sistema.Un ser acultural, sería el hombre en su estado de naturaleza, algo como la representación conceptual que tenemos de un salvaje; alguien que defeque en cualquier lugar, que grite desaforadamente, en fin, alguien como un paciente psiquiátrico del Borda. Entonces al llegar a esto, todos aquellos interrogantes que tuve convergen en una respuesta: Amar es realmente cosa de locos.
Es por esto que cuando falla este sistema de prohibiciones sentimentales se dice que el amor nos lleva a hacer locuras, cuando sentimos fuerte atracción por otra persona decimos que esa persona nos vuelve locos. Y cuando se ame con locura se vera como una obsesión cuasipatológica. Algunos aspectos del mismo pueden encamionarnos a la total demencia.
martes, abril 21
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